El alcohol es la droga legal más consumida por los jóvenes, junto con el tabaco y forma parte de los espacios de ocio y diversión de forma habitual. Al tratarse de una droga de consumo extendido entre la población, los jóvenes no consideran al alcohol como una droga peligrosa a pesar de los riesgos directos para la salud del consumo a edades tempranas.
A través del concurso “Me quiero, me cuido”, se pretende provocar una actitud crítica ante el uso de esta droga y que los propios adolescentes propongan materiales y medios para comunicar los riesgos del consumo entre sus iguales.
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