(Va
dedicado con mucho cariño al abuelo tan perfecto que nunca olvidaré)
Que
mala es la muerte,
Cuando
se implica en un ser tan querido,
Pero
más mala es la sensación,
De
haberlo perdido.
La
muerte es algo muy sencillo,
Se
lleva a alguien querido,
La
sensación de vacío dentro de tu corazón,
La
sensación de humillación,
La
sensación de que te falta algo,
La
sensación de irte con el…
La
sensación de seguirle…
La
sensación de despedirte y no verle más,
Esas
sensaciones se viven,
Pero
solo con gente que vale la pena,
Con
gente que te hace sentir bien,
Te
quiere,
Te ríes
con el,
Te
diviertes,
Y
sientes que sin el se quedaría un hueco de vacío dentro de tu corazón.
Odio a
la muerte...
¿Porque…?
¿Porque
a mi?
¿Porque
te lo llevaste?
Suerte
que sigue en mí…
En mi
corazón…
Donde
nunca se va a ir,
Donde
nunca lo olvidare.
Esos
momentos que sientes o recuerdas…
Que te
acuerdas de algo…
Muy
lejano y muy querido.
¿Por qué…?
¿Porque a mi?
¿Por qué te lo llevaste?
Suerte que sigue en mí,
En mi corazón…
Donde nunca se va a ir,
Donde nunca lo olvidaré.
Si supieras todo lo que te extraño,
Todo lo que te quiero,
Todo lo que me gustaría compartir…
Todo lo que hemos compartido…
Todo lo que nos queda por compartir…
¿Pero dónde?
Allí en un lugar,
Lo cual no sabido,
Seguiremos compartiendo,
Todo lo que no pudimos,
No perdono a la muerte,
De algo tan doloroso,
Como el hecho de tener suerte,
Por algo tan hermoso,
Te lo llevaste sin mente,
Y hiciste un daño muy sabroso.
Hasta pronto,
Abuelo tan querido,
Con esto espero,
Que sepas todo lo que siento,
Aunque aun me quedan,
Libros por escribir de todo,
La amargura que llevo dentro…
Hasta siempre abuelo tan querido…
Ana María Sánchez Padilla.
21/12/2010.
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